Nuestra historia ha estado marcada por la transformación y el constante deseo de evolucionar, por tal motivo a medida que crecemos queremos que nuestra tecnología también lo haga. A finales de los años 60, más precisamente en 1969, en Riduco dimos nuestros primeros pasos hacia la modernización y adquirimos maquinaria básica para trabajar con tubería, alambre, lámina y troqueles; estas máquinas (principalmente troqueladoras y dobladoras), operaban de manera completamente manual y no contábamos con ningún tipo de automatización y cada uno de los procesos requería la participación directa y total del operario. 

Con el tiempo, empezamos a implementar las máquinas extrusoras, su función principal era producir láminas para productos de oficina. Aunque en ese entonces eran muy escasas y su alcance era limitado su adquisición fue un paso inicial que marcó la transición hacia procesos más especializados.

A medida que aumentaban las necesidades del mercado y los desafíos de producción, en Riduco se siguieron comprando nuevas máquinas que facilitaban el trabajo como lo son las extrusoras y calandras (esta máquina permite ajustes precisos de temperatura para diferentes tipos de materiales y tintas de sublimación).Estas permitieron fabricar láminas grabadas y adaptar los cortes a los tamaños requeridos, dando paso a un sistema más automatizado y preciso.

La adquisición de máquinas de inyección para grandes piezas representó un salto significativo. En ese momento, la industria comenzó a diversificarse, y Riduco vio una oportunidad en el sector automotriz, así lo afirmó nuestro presidente, Jose Fernando Rivas Durán. Renault fue una de las primeras compañías que nos dio el visto bueno para entrar en este sector. También aprovechamos una gran oportunidad estratégica con Bavaria para adquirir máquinas de diferentes tamaños, las cuales luego serían clave para futuros proyectos.

Uno de nuestros hitos más importantes en tecnología

En Riduco hicimos una compra que marcaría un antes y un después no solo en nuestra empresa, sino también en Colombia; esta fue la adquisición de la máquina de inyección de 4.000 toneladas, que se convirtió en una solución de respaldo ante la falta de tecnología de ese tipo en el país y desde entonces ha sido fundamental para producir piezas de gran tamaño. 

Hoy en día, somos líderes en automatización dentro de la industria plástica nacional, con una de las mayores flotas de máquinas con robots integrados. Esta evolución tecnológica no solo nos ha permitido aumentar la eficiencia, satisfacer las necesidades de nuestros clientes, sino que también ha sido clave para mantenernos competitivos frente a industrias internacionales altamente automatizadas.

“Nos hemos caracterizado a lo largo de nuestra historia por visitar ferias y buscar siempre tecnología de punta entre robots, automatizaciones y maquinaria. Siempre buscando lo más actualizado para brindar un mejor servicio a nuestros clientes” comenta Irene Rivas Gómez, Gerente Técnica de nuestra compañía. 

En Riduco, la automatización y el crecimiento tecnológico ya no es una opción, sino una obligación. Es nuestra respuesta a los retos que se vienen para el futuro.

Un biopolímero es una cadena larga de moléculas (polímero) que se origina de fuentes naturales o renovables como plantas, animales o microorganismos. Algunos ejemplos comunes incluyen la celulosa (proveniente de plantas), el almidón (extraído del maíz o la papa), proteínas como la gelatina o la caseína, y el ácido poliláctico (PLA). En resumen, su origen es biológico o natural. Sin embargo, es importante destacar que un biopolímero puede ser o no biodegradable.

Por su parte, el bioplástico es un subconjunto específico de biopolímeros utilizados en la fabricación de productos plásticos.

Un material biodegradable es aquel que puede descomponerse naturalmente en el ambiente gracias a la acción de microorganismos como bacterias y hongos. Algunos ejemplos son el papel, los residuos orgánicos y ciertos plásticos biodegradables. Aquí, lo relevante es que su destino final es ecológico, más allá de si su origen es natural o sintético. Es decir, un material biodegradable puede no ser natural.

Diferencias clave entre biopolímero y biodegradable

  • El origen del biopolímero es natural o renovable, mientras que un material biodegradable puede ser tanto natural como sintético.
  • Un biopolímero puede o no ser biodegradable, pero un material biodegradable sí se descompone en la naturaleza.
  • Un ejemplo de biopolímero común es el ácido poliláctico (PLA), mientras que ejemplos de materiales biodegradables incluyen bolsas compostables y papel.

Ejemplos cotidianos de empaques y productos

  • Bolsas compostables de maíz (PLA): Sí son biopolímeros y sí son biodegradables. Están hechas con ácido poliláctico, el cual se descompone bajo condiciones de compostaje industrial.
  • Bolsas “oxobiodegradables” de petróleo: No son biopolímeros y su biodegradabilidad es parcial. Están compuestas por plástico convencional con aditivos que las fragmentan, pero no se degradan completamente ni de forma ecológica.
  • Envases de cartón con cera de soya: Son tanto biopolímeros como biodegradables. El cartón y la cera vegetal permiten que el empaque sea completamente compostable.
  • Botellas PET recicladas: No son biopolímeros ni biodegradables. Aunque son reciclables, están hechas de plástico derivado del petróleo.
  • Cubiertos de almidón de maíz: Sí son biopolímeros y biodegradables, siempre que se compostan adecuadamente.
  • Empaques de espuma de poliestireno (icopor): No son biopolímeros ni biodegradables. Son derivados del petróleo y altamente contaminantes.

En resumen, no todo lo biodegradable es natural, y no todo lo natural se biodegrada fácilmente en la naturaleza sin las condiciones adecuadas, como en un compostaje industrial. 

Riduco de la mano con la sostenibilidad

Nuestra empresa cuenta con una larga trayectoria en la transformación de plástico mediante el proceso de inyección, lo que nos ha posicionado como una compañía líder a nivel nacional. En línea con las tendencias del mercado y gracias al trabajo de nuestro equipo de innovación, en 2018 nos planteamos el proyecto “Desarrollo y aplicación de materiales biodegradables en productos inyectados”.

Con ese objetivo, comenzamos a investigar sobre el desarrollo de materiales biodegradables a nivel mundial. Queríamos aplicar este tipo de polímeros en nuestros productos y así proponer desarrollos que contribuyan con la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente.

Prototipamos diversas resinas biodegradables provenientes de distintas partes del mundo, evaluando sus características técnicas y su manejo durante la transformación. Además, implementamos un cultivo de compostaje en nuestra planta para analizar el comportamiento real de los polímeros en un entorno de descomposición. Así pudimos comparar los resultados reales frente a los certificados de los proveedores y determinar cuáles biopolímeros se descomponen más rápidamente según su componente de biomasa.

Las resinas biobasadas, una familia de resinas biodegradables, demostraron ser una alternativa cuya degradación comienza en pocos meses cuando entran en un medio de compostaje. Esto las hace especialmente útiles para productos de un solo uso y ciclo corto.

Una de nuestras investigaciones más prometedoras fue el desarrollo con avoplast, una resina basada en biopolímeros provenientes de la semilla de aguacate. Los resultados fueron muy positivos para su aplicación en productos inyectados.

Gracias a la iniciativa de nuestra Gerente Técnica, Dra. Irene Rivas, propusimos a nuestro cliente Buencafé Liofilizado realizar pruebas piloto en las tapas de sus frascos de café. Hoy, esta propuesta se ha materializado en un prototipo presentado por el cliente, fruto de la sinergia entre Riduco y Biofase, los desarrolladores de esta resina.

Con esta propuesta buscamos apoyar el medio ambiente, reducir nuestra huella ambiental y ofrecer una solución sostenible en la producción de productos ecológicos.

Equipo de Innovación RIDUCO:

  • Dra. Irene Rivas, Gerente Técnica
  • Ing. Esp. Migdonia Solis, Directora de Ingeniería
  • Ing. Esp. Fabian Ospina, Jefe de Producción

Riduco, comprometidos con nuestros clientes y con el medio ambiente.

¿Alguna vez te has preguntado por qué se usan algunos plásticos para algunos productos o por qué algunos tienen diferentes texturas, características o propiedades físicas, químicas y mecánicas, son más rígidos o incluso huelen diferentes a otros? En Riduco te contamos para qué sirven y las diferencias entre ellos.

¿Qué se entiende por plástico y por qué existen tantas variedades?

Primero, debemos empezar definiendo qué es un polímero, estos  se producen por la unión de cientos de miles de moléculas pequeñas denominadas monómeros que forman enormes cadenas de las formas más diversas. Algunas parecen fideos, otras tienen ramificaciones. Algunas más se asemejan a las escaleras de mano y otras son como redes tridimensionales. 

Estos materiales se clasifican en naturales como el algodón, hule, madera, lana, cemento y en sintéticos como el propileno, etileno, estireno.

Los plásticos son materiales sintéticos obtenidos a partir de compuestos originados del petróleo. Su adaptabilidad es atribuible a la extensa gama de polímeros que los componen, cada uno con propiedades singulares. Esta variedad causa que los plásticos se encuentren en prácticamente todos los ámbitos de nuestra vida, desde las bolsas de alimentos hasta los dispositivos electrónicos. 

¿Cómo se clasifican los polímeros sintéticos?

Los polímeros sintéticos suelen clasificarse en dos categorías, los termoplásticos y las resinas termofijas.

Los termoplásticos son polímeros de cadenas largas que cuando se calientan se reblandecen y pueden moldearse a presión. Se solidifica por enfriamiento en el aire o  por contacto con las paredes del molde. No experimentan modificación química,  por lo tanto se pueden volver a fundir y procesar después de estar en estado sólido. Por otro lado, las resinas termofijas son materiales se caracterizan por tener cadenas poliméricas entrecruzadas, formando una resina con una estructura tridimensional que se funde inicialmente por la acción del calor pero generan un cambio químico irreversible volviéndose infusibles e imposibles de procesar

Los tipos de plástico más relevantes y sus usos

  1. Polipropileno (PP): Resistente al calor y a los químicos, el polipropileno se emplea en envases de alimentos, textiles, piezas de automóviles y equipos médicos, muebles, artículos de hogar, entre otros.
  2. Polietileno de Alta Densidad (HDPE): El HDPE, famoso por su larga duración y resistencia, se emplea en la producción de botellas de detergentes, juguetes y tuberías y cajas. 
  3. Polietileno de Baja Densidad (LDPE): Este tipo de plástico es flexible y se utiliza en bolsas de plástico, envoltorios de alimentos y películas plásticas.
  4. Poliestireno (PS): El poliestireno es un plástico ligero y rígido, utilizado en la fabricación de vasos desechables, bandejas de alimentos, aislamientos térmicos y electrodomésticos. 
  5. Polietileno Tereftalato (PET): Este es uno de los plásticos que son más habituales. Lo hallamos en botellas de agua, bebidas gaseosas y otros productos, además de en ciertos tejidos. Es de peso reducido y duradero.

¿Por qué es importante conocer los tipos de plástico?

  • Reciclaje: Determinar y comprender qué tipo de plástico es el que estamos usando simplifica su categorización y reciclaje, favoreciendo la preservación del medio ambiente.
  • Seguridad alimentaria: Conocer los plásticos aptos para el contacto con alimentos garantiza una manipulación segura de estos.
  • Consumo responsable: Al conocer las propiedades de cada tipo de plástico, podemos tomar decisiones de compra más conscientes y reducir nuestro impacto ambiental. Sabiendo esto, ya podemos ser responsables de la correcta disposición de estos.

¿Qué es el material recuperado

La correcta separación de los residuos y elementos plásticos es clave para garantizar su transformación en material recuperado de alta calidad, permitiendo extender el periodo de uso y promoviendo un modelo de producción más responsable, al reintegrarlos como materia prima en nuevos procesos productivos. De esta manera, recalcamos el compromiso que tenemos con el medio ambiente, adaptándonos a las necesidades del mercado actual y reduciendo la dependencia de recursos vírgenes.